DE VIAJE EN FAMILIA...
…Llego
el tan anhelado jueves 10 de Octubre, y mi papá, mis hermanos ( Samara, Juan y
Felipe), la esposa de mi padre y yo nos disponíamos a empezar nuestro viaje con
destino a Santa Martha en carro.
Saliendo
de Pereira a las 11 de la mañana, empezamos nuestro viaje, comenzó manejando
mi papá pero en poco tiempo tuvo que cambiar con mi hermano porque se
quedaba dormido muy rápido, yo siempre estuve de copiloto ya que debía estar
pendiente de ellos para que no se durmieran y servirles de alarma para los
cambios de turno.
Durante
el viaje compartimos muchas historias y experiencias personales, nos reímos, escuchamos
música, hicimos varias paradas en el camino para descansar y comer.
En
la mañana debíamos entrar a muchas bombas o tiendas para tomar y echarnos agua
porque el calor era impresionante.
Por
fin, el día 12 de Octubre al medio día tocamos tierra de Santa Martha sentíamos
una emoción infinita, tanto que mis hermanos menores (Juan y Samara) gritaban
de la emoción de ver el mar después de 25 horas de viaje.
En Santa Martha estuvimos hasta el 17 de
Octubre, conocimos mucho y estuvimos en la playa, nos tomamos fotos, reímos,
jugamos, nadamos, comimos y la playa que más nos gusto fue playa blanca,
donde mi hermano
Juan encontró los pescados “picudos” como los llamo él.
Fuimos a un restaurante muy
bonito, aunque no fue mucho de mi agrado la comida ya que toda era de mar, pese
a eso me reí mucho porque mi hermano Juan en el momento que le tomaron el
pedido de lo que iba a comer solicitó un pescado “Rómulo”, inmediatamente hubo
un silencio absoluto, todos nos miramos y soltamos la carcajada cuando la
mesera le corrigió: Será “Robalo” (Risas)…
Después de tantas risas y la
pena que pasamos con mi hermano Juan, regresamos nuevamente al rodadero a
descansar. En los cinco días paseamos mucho, hicimos varias cosas
agradables en familia como compras, conocer lugares, tomarnos fotos y en las
noches las rumbas más impresionantes en la playa con la luz de la luna y a
punta de parrandas vallenatas todas las noches.
Fueron días inolvidables con
mi hermana Samara que todas las canciones las
bailaba, mucho vallenato y una excelente compañía.
Llego el final de nuestro
viaje en Santa Martha y ya debíamos retomar nuestro viaje con destino a Ocaña
Norte de Santander. Salimos a las 3 de la mañana del hotel a conocer la virgen
del torcoroma ya que la familia de mi papá es Santandereana y le tienen mucha fe
y devoción a la virgen.
Conocimos Ocaña y nos quedamos dos días en Rió de Oro un pueblo maravilloso que parecía de mentiras por sus casas y calles tan
pequeñas, la gasolina tan barata y en las noches esos terribles fríos; La
pasamos delicioso comiendo sus famosas
arepas Ocañeras, al segundo día madrugamos para hacer
un pequeño viacrucis y conocer la Virgen del Torcoroma y su historia. Fue
realmente hermoso, un viaje religioso.
Al otro día debimos salir a
las 10:00 a.m porque la neblina era horrible y así era complicado y arriesgado manejar;
salimos directo a Bucaramanga donde nos esperaban unos familiares, llegamos en
la noche cansados de tan largo viaje, nos tenían una deliciosa comida y algunas
frías como dicen mis tías; Conocimos mucho y comimos de las famosas obleas
santandereanas las cuales después de una larga fila pudimos comernos cada uno
5.
Estuvimos a las afueras de
Bucaramanga en la finca de un tío, donde descansamos, comimos y todo el día
estuvimos en la piscina.
Al tercer día madrugamos
todos para dirigirnos a Barranca-bermeja, ya mi viaje se tornaba difícil por
algunos inconvenientes con la esposa de mi papá, pero trataba de no darle
importancia ya que estaba compartiendo con mis hermanos; Llegamos y allí nos
quedamos 5 días pasándola espectacular y haciendo algo diferente todos los días,
estuvimos en las fincas de mis tíos, en un club en las afueras de Barranca
comiendo comida chatarra maluca y empanadas de frijoles . (Risas)…
Por fin llegamos al restaurante de una tía donde pudimos degustar de unas deliciosas hamburguesas con papas fritas, uff comimos mucho.
Nos perdimos mucho buscando
el restaurante de mi tía para ir almorzar y llegamos súper tarde.
Estuvimos en el Rió Magdalena y fuimos a la galería donde se encuentran toda clase de pescados más
que todo el bagre.
Llegado el quinto día de
nuestra estancia en Barrancabermeja, nos alistamos y nos acostamos muy cansados
a descansar para realizar nuestro último viaje con retorno a nuestra bella
ciudad Pereira.
Empezamos nuestro viaje para
Pereira, encomendándonos a Dios para que llegáramos sanos y salvos a la casa.
Desde que salimos de Barranca llovió, así que debíamos manejar con mucha
precaución.
Llegamos sanos y salvos a
Pereira y acompañamos a mi papá hacer unas vueltas de su trabajo antes de llevarnos
a casa.
Después de dos horas de
estar en el centro de Pereira llegamos a nuestra casa donde nos esperaba mi
hermosa mamá con una bienvenida y mucha comida, Así que nos sentamos con un
café mi hermano Felipe, ella y yo a contarle lo maravilloso que había sido
nuestro viaje y nuestras experiencias vividas.
FIN.....
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